El sentimiento de no saber nada. | Desahogo, Poema

Los primeros olores de tu mañana son el frío.
El frío abre tus ojos… Pero tu alma sigue soñando.
El calor vuelve a tus manos;
tus coyunturas duelen por el placer de haber descansado;
pero el sueño no ha terminado…

Todo indica que nunca terminará.

Una voz sorda grita todas las interrogativas matinales,
te recuerda lamentos, pendientes, tareas, deseos…
Y sientes que tu cuerpo cae en un espacio acuoso,
pesado,
agasajador,
quieres mover tus miembros y estos no reaccionan.

La ilusión sigue.
Te asfixias, pero no mueres.

Y tus torpes manos intentan agarrar aquellos destellos de luz de libertad,
como una polilla yonki
que muere por su adicción al brillo mortecino de un faro,
la dulce muerte por una ilusión esperanzadora.

Ahora estás en lo profundo de ese mar del Nada.
Te acostumbras a su existencia.
Bebes y respiras de él.
Es tu hermano, tu padre, tu Dios.
Objetos históricos nadan dejando ondas detrás de ellos;
sirenas con caras familiares te saludan o te miran enjuiciándote;
de pronto, como papiro tridimensional,
sonríes como niño, aplaudes mientras todo cobra vida:
se levantan las montañas, árboles, arena, sol, luna, praderas, icebergs;
es tanto de todo, todo de todo, que desesperas, es demasiado para ti…
Y no entiendes nada, sólo lo mismo,
lo que solamente tu mente te permite ver.

Nada más.

Lo demás es mera ilusión, droga para nuestro eterno existencialismo.

… Pero qué rico se siente utilizarla.

*Imagen extraída y modificada por mi; original de arcabuzx del artículo Filosofía Del Conticinio #3; Él Hombre Es Una Nada 1/2 en el sitio https://steemkr.com

Una respuesta a «»

Dejar un comentario